Protagonista en la gastronomía y para cualquier época del año, con alto valor nutritivo versátil y sabor inconfundible.
Ligero, fresco, bajo en grasa, no necesita preparación y se puede combinar con infinidad de ingredientes, como el atún, convirtiéndose en un imprescindible en nuestra dieta.
Nutrientes del salmón ahumado
En el salmón están presentes oligoelementos fundamentales como las vitaminas A, D, B3, B6 y B12, el selenio y el magnesio, éste último es fundamental para el funcionamiento de nuestro intestino y nuestro sistema nervioso. Además, entre los beneficios de este manjar se incluyen nutrientes como el hierro, el calcio, la fibra y el potasio.
Beneficios del Salmón ahumado
El salmón es muy reconocido por ser una valiosa fuente natural de proteínas – 25 g por cada 100 g de producto – y por su elevado contenido en ácidos grasos Omega-3. Estos ácidos esenciales, también llamados “grasas buenas”, como el aceite de oliva virgen extra, que no los produce el cuerpo por sí solo, debemos obtenerlo a través de los alimentos.
El Omega-3 como contribuye a la disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos; mejora del sistema circulatorio, que ayuda en la prevención de la hipertensión; actúa como estimulante de la función cerebral y función antiinflamatoria, ayudando a prevenir accidentes cardiovasculares.
En el deporte
El salmón ahumado es un aliado inmejorable por su alto contenido proteico, que ayuda a reducir el dolor en articulaciones; reduce y alivia las inflamaciones causadas en entrenamientos intensos y las agujetas; contribuye a mantener los huesos más fuertes y saludables, colaborando en la prevención de la osteoporosis.
Beneficios en la piel
El salmón ahumado contiene vitamina E, cuyos activos, previenen y ayuda a la regeneración de la piel creando un efecto protector frente a los rayos UVA. Al ser rico en ácidos grasos, favorece a la reparación de las membranas celulares, previene la sequedad y evita la inflamación o hinchazón logrando combatir al temido acné.
Como consumirlo
Es importante conservar entre 0ºC y 4ºC. Una vez abierto, conservar protegido en el frigorífico y consumir antes de 48 horas
Para una correcta degustación, recomendamos sacar el producto del frigorífico 15 minutos antes de su consumo. De este modo podrá apreciar todos los matices organolépticos.
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